Conocí a Agatha Christie en 7mo grado, gracias a Virginia, una de mis compañeras lectoras del curso. Me obligó a leer “El misterio de Pale Horse”. Libro complicado para entrarle a Agatha, porque tenía mucho de espiritismo al principio y no había trama policial, sino muertes inconexas, que no se entendía cómo se conectaban y podrían llegar a ser asesinatos, hasta que aparece, promediando la mitad del libro, el Gran Hércules Poirot para poner todo en su lugar.
Me enamoré de la inteligencia de Poirot, sus pequeñas células grises trabajando a tope para resolver el crimen y hacer triunfar a la verdad y la justicia.
Bastante después, nuevamente Vir, me convenció de leer alguno de los casos de Miss Marple. Deliciosa detective inesperada. Y caí fascinada y leí toda la obra de Agatha de policiales y alguno de las novelas más personales, que escribió como Mary Westmacott. Este es un reboot de Agatha, para las nuevas generaciones. Escritoras contemporáneas ideando y escribiendo nuevos casos para Miss Marple, con referencias a personajes y casos clásicos.
Llegó a casa como un regalo para Cande, a ver si la enganchaban con los originales y quedó sin tocar por casi un año. Me lo llevé al viaje en fuga de mediados de diciembre y disfruté cada caso. Me quedó el último, que me acompañó en el desayuno del domingo pasado.
Ideal para vacaciones de verano, como buen policial clásico. Para limpiar la cabeza. Para volver a disfrutar a Miss Marple. Para conocer a Miss Marple y llegar a sus casos originales.